El Morro

El Morro

martes, 15 de abril de 2025

Las casas que siempre estuvieron

 Cumplir años no siempre se siente distinto.

A veces los días pasan igual,

el sol sale como siempre,

el desayuno sabe igual,

y el mundo parece no haberse enterado

de que tú has crecido un poco más.


Hoy mi hija cumplió once.

Le pregunté cómo se sentía,

y me dijo con la sinceridad que solo un niño tiene:

“Me siento igual.”


Pero mientras íbamos en el carro,

pasando por una calle conocida,

me miró con sorpresa y dijo:

“No sabía que habían casas por allí.”

Me detuve un segundo en el pensamiento

y le respondí:

“Siempre estuvieron ahí…

pero cada vez que cumples años,

ves cosas que ya estaban,

pero que tú aún no podías ver.”


Porque así es crecer.

Es como si la vida tuviera capas,

y con cada año que pasa,

una nueva se revela.

Las cosas no cambian tanto —

cambiamos nosotros.

Nuestra mirada se afina,

nuestra alma se abre,

y lo invisible se vuelve parte del paisaje.


Cumplir años es tener nuevos ojos

para lo que siempre estuvo allí.

Es descubrir que el mundo no deja de hablarte,

sino que, por fin, tú estás empezando a escuchar.


Hoy no solo vi a mi hija crecer,

también la vi despertar un poco más al mundo.

Y en esa simple observación

—unas casas en una calle cualquiera—

descubrí que la infancia no se pierde,

se transforma en una nueva forma de ver.

Por: Roberto Luis Rodríguez Alicea

No hay comentarios:

Publicar un comentario